03 February 2006

Recuperan obras robadas hace treinta años gracias a Art Loss Register.De la que Narvik Concepts es miembro.

Recuperan obras robadas hace treinta años gracias a Art Loss Register.De la que Narvik Concepts es miembro.
Londres. El misterio en torno al robo, hace casi treinta años, de siete pinturas de Cézanne, Soutine, Vlaminck y Utrillo, propiedad de un coleccionista estadounidense, parece finalmente resuelto. Las pinturas, valoradas en más de 30 millones de euros, desaparecieron de un domicilio privado de Massachusetts y viajaron a Mónaco para acabar en una casa de subastas de la capital británica, en espera de una decisión judicial.
El Art Loss Register (ARL), organismo creado en 1991 para rastrear los objetos de arte desaparecidos, está ahora en proceso de recuperación de cuatro de las obras que integraban aquel botín. Se trata de dos cuadros de Chaim Soutine, y otras dos de Maurice de Vlaminck y Maurice Utrillo. Otra de las obras robadas, el bodegón de Cézanne Botella y fruta, le fue devuelta a su propietario, Michael Bakwin, después de arduas negociaciones.

Las siete obras habían sido adquiridas en los años veinte por Ruth y Henry Bakwin, millonarios de la costa Este estadounidense. Michael Bakwin, su hijo, heredó las pinturas, que desaparecieron, de su casa de Stockbridge, en Massachusetts, mientras estaba de vacaciones.

La desaparición de los cuadros quedó registrada en el ALR y su fundador, Radcliffe, aceptó encargarse de la búsqueda en nombre del propietario. En 1999 su organización supo de un intento de asegurar las pinturas en Rusia para su eventual venta en la capital británica. Y se llegó a un acuerdo con la policía según el cual se devolvería el Cézanne a cambio de que el propietario renunciase a la propiedad de los otros cuadros robados. El Art Loss Register firmó un contrato y Michael Bakwin recuperó su Cézanne de manos de una sociedad panameña llamada Eire International Trading Company. Radcliffe puso como condición que Eire hiciese una declaración en el sentido de que su firma no estaba involucrada en el robo original ni tenía conexiones con medios criminales. Pero a comienzos del año pasado, tal vez con la esperanza de estar protegidos por los cinco años transcurridos, la misma compañía panameña envió los otros cuadros a Sotheby's para su venta.