Hace 25 años que se celebró la primera edición de Arco en Madrid, una feria de arte contemporáneo que aspiraba a situar la modernidad en España. De un mercado inexistente se pasó en los ochenta al boom internacional, a un declive tras la guerra del Golfo y, ahora, a un nuevo ascenso. Babelia repasa la historia de su evolución en unas páginas que destacan lo más interesante de Arco 2006.
ARCO 2006
"Arco era una feria imposible en la España de 1982. No era un proyecto viable, pero funcionó", según el analista Nacho Ruiz"De 1988 a 1990 hubo una tremenda proyección de las galerías españolas a causa del boom internacional. La burbuja explotó con la guerra del Golfo"A principios de los años ochenta en Madrid, "la movida" era como un zumbido impreciso que surgía desde muchos campos de la creación. Se respiraba una mezcla de euforia y escepticismo, bullía un deseo de modernidad. Con ese ruido de fondo la galerista Juana de Aizpuru emprendió una tarea con pocos visos de continuidad. En 1982 Arco abrió sus puertas por primera vez el 10 de febrero en el Palacio de Exposiciones y Congresos con un centenar de galerías, 90 de ellas españolas. "Fue un milagro", recordaba la primera directora de Arco cuando se cumplieron 20 ediciones de la feria. Las galerías y los artistas eran los únicos protagonistas, y no se admitía a las instituciones. Fue visitada por 25.000 personas. Pero Arco era un castillo en el aire para un país sin mercado del arte. Aún hoy resulta difícil seguir con cifras fiables la evolución de un mercado que se basa en criterios difíciles de evaluar, por lo que haremos un seguimiento de su historia a través de datos de archivo y estudios recientes.
Las cosas han cambiado mucho en 25 años para la feria madrileña. El galerista italiano Lucio Amelio llevó a la primera edición de Arco obras de Mario Merz, de arte povera y de la transvanguardia. Los precios estaban entre las 50.000 y 80.000 pesetas (300 y 480 euros), para las pequeñas, y entre 200.000 y 350.000 (1.200 y 2.000 euros), las de gran formato. Eran precios inferiores a los habituales de su galería. No vendió nada. "Si las obras hubieran estado expuestas en la feria de Basilea se habrían vendido en una hora", comentó entonces. El galerista murciano Nacho Ruiz, autor del libro Arco: arte y mercado en la España democrática (Arco/Región de Murcia, 2004), divide la evolución de la feria madrileña en tres etapas. "De 1982 a 1984 fue la época del entusiasmo. Culturalmente fue muy buena, económicamente casi un desastre", dice. "Arco era una feria imposible en la España de 1982. No era un proyecto viable, pero funcionó". Dos años después en la revista de "la movida" -un ambiente que influyó mucho en Arco- La Luna de Madrid, titulaba "La vanguardia es el mercado". En esa edición algunos galeristas españoles vendieron hasta el 90%. En Arco 1986 la cifra media de un cuadro era de medio millón de pesetas (3.000 euros), según una encuesta informal de la feria.
"En 1987 entró a dirigir la feria Rosina Gómez Baeza, que ha cumplido un papel esencial. Salvó a Arco de la crisis y no sólo en el aspecto económico. Ha mantenido a toda costa el nivel de calidad, cosa que otras ferias, como la Fiac de París, no respetaron por salvarse de la crisis y fue su declive", en opinión de este analista del mercado.
La cifra de ventas ese año fue de 4.800.000 euros. La organización valoraba el conjunto de la oferta, de mil artistas, en 12 millones de euros. Se podía comprar un tàpies por 5 millones de pesetas (30.000 euros); un barceló por 3 millones de pesetas (18.000 euros); un motherwell salía por 10 millones de pesetas (unos 60.000 euros).
En una encuesta informal de EL PAÍS entre los galeristas españoles presentes en dicha edición de Arco (20 de los 91 presentes) de una lista de 55 artistas, salieron en los diez primeros puestos los siguientes: Tàpies y Barceló (cada uno con 14 votos) fueron los más valorados. Luego seguían Chillida (11 votos); José María Sicilia (10); José Manuel Broto (9); Antonio Saura, Antonio López y Luis Gordillo (8); Ferran García Sevilla (7); Salvador Dalí, Miquel Navarro y Jorge Oteiza (6); Juan Navarro Baldeweg y Eduardo Arroyo (5); José Guerrero, Hernández Pijuán, Francisco Leiro, Menchu Lamas y Miguel Ángel Campano (4), y Martín Chirino, Ráfols Casamada, Javier Mariscal, El Hortelano y Ouka Lele (3).
Todo iba a más. "De 1988 a 1990 se dio una tremenda proyección de las galerías españolas al calor del boom internacional del mercado del arte", prosigue Ruiz. "Los precios se disparan de una manera tremenda, empieza la especulación del arte en España. Pero la burbuja revienta con la guerra del Golfo. Se trabajaba sobre una base mala, artificial, y hay un descenso rápido de ventas, pero Arco sigue adelante".
En 1988 se facilitaron cifras provisionales de ventas en torno a los 7 millones de euros (1.200 millones de pesetas), un 2,4% más que el año anterior. La cifra más alta de su historia hasta ese momento. Se vendió la mitad de la obra expuesta. Pero se podía llegar más alto.
Banqueros, coleccionistas y aficionados se gastaron cerca de 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros) en Arco 1989, tres veces más que el año anterior. La obra más cara vendida en esa edición fue un pequeño picasso (41×33 centímetros) titulado Personaje y perro a 148 millones de pesetas (890.000 euros), por la galería japonesa Yoshii. La francesa L'Orangerie vendió un grabado de la primera época de Dalí por 145 millones (872.000 euros).
El mercado del arte internacional vivía un boom. En 1990 se vendieron en Arco 192 pinturas por más de 1.200.000 pesetas (unos 1,4 millones de euros), destacando en esta lista Picasso, con un cuadro de 1943 vendido por 1.400 millones de pesetas (8,4 millones de euros). En la siguiente edición, pese a la crisis internacional que trajo la guerra del Golfo, Arco vendió por valor de 36 millones de euros, según la organización. La feria salió adelante pero al año siguiente acusó el golpe, con la ausencia de muchas galerías extranjeras.
"De 1992 a 1994 fueron años malos para Arco, pero las otras ferias internacionales también acusaron la caída. Las galerías estadounidenses dejaron de venir, y eso permitió que las jóvenes galerías españolas accedieran a otras ferias como la de Basilea. La presencia internacional del arte español en el extranjero queda garantizada por el esfuerzo de las galerías", afirma este galerista.
En Arco 1993 se consolida "el coleccionista del millón" (6.000 euros). La mayoría de las obras de la feria se sitúan entre uno y diez millones de pesetas, sin llegar a los 190 (1.142.000 euros) que se llegaron a pagar por un bacon en 1990. "Los coleccionistas españoles llegaban hasta la barrera del millón, sin problemas", dijo Juana de Aizpuru.
Según la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte de España, las 608 galerías declararon haber facturado 10.267 millones de euros en 1993. En Arco 1994 la sensación general es que lo peor ha pasado. "El comprador tiene ahora más tiempo para decidir, ya no existe esa prisa loca, esa ansiedad por comprar", comentaba entonces el galerista valenciano Luis Adelantado. El norteamericano Leo Castelli valoró que ese año la calidad había primado sobre la cantidad.
Al cumplir veinte años (2001) los organizadores de la feria reconocían que no habían logrado crear un coleccionismo privado sólido en España y que los empresarios no arriesgaban en el arte de los más jóvenes. El mercado del arte en España facturó en 2000 un volumen total de negocio de unos 721 millones de euros, lo que supuso un aumento del 60% respecto a la facturación de 1990. Sin embargo, la cuota de España en el mercado mundial del arte no superaba el 0,6%, según un estudio realizado por la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte de España (UAGAE). El estudio estimaba que de las 800 galerías españolas, sólo 40 o 50 podrían, con un plan especial de apoyo, incidir en el elitista mercado internacional.
"Las dos últimas ediciones de Arco han sido las mejores", según Nacho Ruiz. La edición de 2003 de Arco fue valorada por la crítica como la mejor de su historia, pero también la más clásica, tanto para la escena internacional como para la española. En 2005 la oferta de arte español fue abrumadora. "El mercado del arte español ha madurado, la presencia internacional es cada vez mayor. Eso se nota en el número de solicitudes recibidas de galerías de todo el mundo y la cantidad de rechazadas. Las galerías jóvenes que han entrado en estos últimos años han dado un nuevo aire a la feria", concluye Nacho Ruiz.
La de 2006 será la última feria dirigida por Rosina Gómez Baeza, que cede el destino de Arco a Lourdes Fernández (San Sebastián, 1961), quien manifestó hace poco su intención de continuar con las líneas establecidas aunque también apuntó su idea de adaptar la feria a las nuevas condiciones de la escena artística. "Las formas de producción de la gente joven, que usan las nuevas tecnologías y el soporte audiovisual, van a cambiar los parámetros del mercado, incluso porque estos artistas quieren producir de una forma que no es necesariamente muy mercantil", afirmó Fernández.
Mientras tanto, el gran capital vuelve a ver en el arte una forma de inversión. En 2004 los precios rozaron el récord de 1990, según un informe de Artprice, el prestigioso índice de análisis del mercado del arte. En las subastas internacionales se deja sentir de nuevo el vértigo de las subidas. Las subastas de arte en 2005 cerraron el año con un aumento de ventas (4 billones de dólares, unos 3.300 millones de euros), un 10,4% más que al año anterior, según Artprice. Un crecimiento considerable teniendo en cuenta que 2004 había cerrado con un 19% más que el ejercicio precedente. En ese sentido Nueva York sigue siendo la capital comercial del arte, con un 44% del mercado mundial de las subastas. En 2005 el movimiento artístico más solicitados por los coleccionistas fue el Dadá (un 137% más de ventas) debido a la exposición del Pompidou (París). En segundo y tercer lugar están el futurismo y el arte povera.
ARCO 2006
Lugar: Parque Ferial Juan Carlos I, de Madrid. Pabellones 7 y 9.
Fecha: del jueves 9 al lunes 13 de febrero.
Horario: jueves 9, de 17 a 21. De viernes a lunes, de 12 a 21.
Entrada: jueves 9: 30 euros. Viernes 10 y sábado 11: 28 euros. Domingo 12 y lunes 13: 24 euros. Estudiantes: día 9: 20 euros; día 10 y 11: 19 euros; días 12 y 13: 17 euros.
País invitado: Austria.
Países participantes: 33 países de los cinco continentes, con una mayor representación de EE UU, Alemania, Francia, Italia y Portugal. Hay tres países que participan por primera vez: Croacia, Suráfrica y Singapur.
Número de galerías: 280 (191 extranjeras y 89 españolas), con obras de más de 3.000 creadores.
Conferencias:
IV Fórum Internacional de Expertos en Arte Contemporáneo. Fórum Arco.