Efe, Londres
Cuatro esculturas situadas al aire libre del británico Henry Moore podrían ser dotadas de aparatos electrónicos de rastreo ante el gran número de robos de obras de arte registrados en el Reino Unido, informaba ayer The Times.
Las esculturas, una de las cuales es la famosa El Rey y la Reina de Moore, están ubicadas frente al embalse de Glenkiln, cerca de Dumfries (Escocia), junto a otras obras de otros artistas de renombre como Jacob Epstein y Auguste Rodin.
El director de este espacio, Thomas Florey, confirmó que se han endurecido las medidas de seguridad y que se está contemplando la posibilidad de utilizar aparatos de rastreo y microchips. Los temores por la seguridad de esta colección, que incluye el Juan Bautista de Rodin y La Visitación de Epstein, han surgido a raíz del robo de veinte obras de arte, principalmente esculturas de bronce, en el sur de Inglaterra.
Entre estos hurtos figura el de la monumental escultura de Moore Una figura tumbada desaparecida sin rastro en diciembre pasado de la fundación que lleva el nombre del escultor.