La última adquisición del Museo Picasso, el cuadro 'Barraca de feria' (1900), se exhibe desde hoy en el museo barcelonés en la remodelada colección permanente, que ha sido enriquecida con 73 obras más procedentes de colecciones privadas.
La todavía directora del Museo y futura máxima responsable del MNAC, María Teresa Ocaña, ha recordado que esta nueva presentación de la colección permanente coincide con el Año Picasso, en el que se conmemora el centenario de su primer retorno a Barcelona desde París, de su estancia en Gósol (Barcelona) y del 125 aniversario del nacimiento del pintor malagueño.
La obra estrella de esta remodelación de la colección es el cuadro 'Barraca de feria' (38 x 46 centímetros), adquirido el pasado año por el Ayuntamiento de Barcelona por un valor de 950.000 euros.
'Barraca de feria' fue pintada por Picasso en otoño de 1900 durante su primera estancia en París y pertenece a la serie de obras que realizó alrededor de la vida nocturna de la capital del Sena, en las que quedan patentes las influencias de artistas como Steinlein o Toulouse-Lautrec.
Según Ocaña, el cuadro perteneció hasta 1981 a la familia del empresario de Wuppertal-Elberfeld Joahn Carl-August Jung, quien lo compró directamente al artista en 1911 por valor de 200 marcos.
En noviembre de 1981 fue adquirida finalmente en una subasta de Christie's en Nueva York por un coleccionista japonés, hasta que fue comprada el pasado año por el consistorio.
'Barraca de feria' fue expuesta al público por última vez hace cincuenta años en varios museos alemanes.
Por su temática y composición, ha explicado Ocaña, 'la obra se inscribe en el magnífico conjunto de obras que ya tiene el Museo Picasso de este período formativo del pintor y que muestran el primer contacto del joven Picasso con las vanguardias parisinas'.
'Barraca de feria' es la última incorporación del Museo Picasso, que en los últimos años ha adquirido la escultura 'Cabeza de Fernande' (2000), el dibujo de la época Azul 'Mujer y niño al lado de un velero' (2000), el carné de dibujos, más conocido como el 'Carné Catalán' (2001) y el pasado año, el libro 'Le siege de Jérusalem' (1914), con texto de Max Jacob, uno de los pocos libros editados en el período cubista de Picasso.
Tras la reestructuración de la colección permanente, se exhibirán en el museo hasta el próximo mes de junio 383 obras, entre ellas las 11 pinturas y 62 dibujos provenientes de colecciones particulares y cedidas temporalmente para esta ocasión.
Entre las 73 obras, Ocaña ha destacado el conjunto de 31 dibujos cubistas incorporados al discurso expositivo, que 'enriquecen' unos fondos en los que el período cubista está poco representado.
Un autorretrato de 1906, varias cabezas femeninas de 1907 y 1908, una cabeza cubista de Fernande Olivier (1909), un botijo de 1910, 'Hombre tocando la guitarra' (1911) o una composición cubista son algunos de los dibujos reunidos en la sala del cubismo.