La retirada de cuadros indios de las famosas casas de subastas Sotheby's y Christie's ha abierto un debate nacional sobre las falsificaciones de cuadros, un problema que, según los expertos, afecta al 35 por ciento del arte indio.
Ahora que el arte indio empezaba a hacerse un hueco en los mercados internacionales, compradores y vendedores se ven obligados a extremar su cautela y moderar sus inversiones tras quedar de manifiesto el alto riesgo de que la obra sea falsa.
El 'boom' que vive el arte en la India, que ha incrementado sus precios en los últimos diez años hasta alcanzar un valor de casi 135 millones de dólares, se ve amenazado por la falta de un sistema apropiado de verificación de la procedencia de las obras.
'Antes se debatía sobre quien era un buen pintor, pero ahora se discute sobre quién es el mejor artista para invertir', dijo hoy a EFE Alka Pande, conservadora y crítica de arte de Nueva Delhi.
'Muchos particulares y empresas están cambiando las acciones por el arte y esto siempre provoca que haya una emergencia de falsificaciones', afirma Pande.
'¿Quien iba a copiar un cuadro antes, que no valían nada?, pero ahora la cosa ha cambiado y un cuadro de coleccionista puede estar en torno a los 55.500 dólares', añade esta crítica.
Hasta que la India obtuvo la independencia, los maharajás mantenían a los artistas, que les hacían retratos y miniaturas con escenas de palacio y de caza, pero ahora son las empresas y los indios pudientes quienes invierten en el mercado artístico.
Según Pande, 'en la India hay muchos más millonarios que en muchos países de Europa y también hay cada vez un mayor interés por el arte, lo que ha hecho crecer el negocio'.
Pero en un mercado basado en la autenticidad y la confianza, el incremento de las dudas la originalidad de las obras indias que se ha extendido en las últimas semanas podría resultar suicida.
La pasada semana, la galería neoyorquina Christie's retiró de una subasta, el mismo día en que se celebraba, dos acuarelas de MF Husain, tres cuadros de FN Souza y una témpera de Ganesh Pyne.
Pocos días antes Sotheby's hacía lo mismo con siete cuadros de los mismos pintores además de una obra de Hebbar y varias de Jamini Roy, según los expertos el pintor más falsificado del país, pero ambas casas han señalado que el motivo de la retirada no tiene por qué ser necesariamente la falsedad de las obras.
'Los trabajos pueden retirarse por un gran número de razones: el consignatario puede cambiar de parecer, puede surgir alguna disputa de propiedad o quizás porque se decide investigar más la procedencia', afirma Yamani Mehta, directora de Arte Indio en Christie's.
Sin embargo, las dos galerías siguieron adelante con la subasta de otras obras indias de los mismos artistas: Christie's vendió 14 cuadros de Husain, 12 de Souza y cuatro dibujos de Pyne por 15,6 millones de dólares, frente a los 640.000 dólares que obtuvo en la primera venta de arte indio, celebrada en el año 2000.
Por su parte, Sotheby generó 13,6 millones en su venta de arte indio contemporáneo.
En cualquier caso, la abundancia de obras falsas puede dañar al negocio, que está aterrizando en los mercados internacionales impulsado sobre todo por los 'indios no residentes', originarios de la India pero que viven y tienen nacionalidad extranjera.
'He dejado de comprar totalmente obras de Jamini Roy', afirma el coleccionista Harsh Goenka, que asegura que una casa de subastas tiene que ser muy valiente para poner a la venta un cuadro de este artista, dada la abundancia de falsificaciones.
El problema reside en que en la India no hay un sistema eficaz para autentificar las obras, lo que ha hecho que algunos pintores hayan comenzado a incluir hologramas o firmas en la parte de atrás de sus obras para facilitar su verificación.