28 June 2006
Se descompone una obra de arte valorada en 10 millones de Euros
28 de Junio de 2006
El tiburón utilizado por el británico Damien Hirst en una de sus instalaciones artísticas amenaza con descomponerse. Es muy probable que el espécimen, por el que se pagaron casi 10 millones de Euros, tenga que ser reemplazado por otro.
Bajo el título "La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo", el tiburón, de algo más de cuatro metros de longitud y suspendido en un tanque transparente de aldehído fórmico, fue adquirido hace menos de dos años por unos 9,5 millones de euros por el multimillonario estadounidense Steve Cohen.
La obra, icono del llamado "joven arte británico" de la pasada década de los noventa, se deteriora rápidamente a causa del método empleado por el artista británico para conservarlo desde 1991.
Según Oliver Crimmen, responsable de la conservación de los peces del Museo de Historia Natural de Londres, el artista debió haber utilizado una solución con base de alcohol en lugar de formol.
Hirst, se halla ahora en conversaciones con Cohen para reemplazarlo por otro de la misma especie antes de que se desintegre.
Lo sucedido con el tiburón pone de manifiesto la dificultad de conservar las obras conceptuales elaboradas con sustancias orgánicas, pintura de poca calidad, sangre o insectos, materiales todos ellos característicos de ese movimiento artístico.
Larry Gagosian, de la Galería Gagosian en Londres y mediador en la venta de la instalación al empresario estadounidense, declaró que "el tiburón es una obra conceptual y el hecho de sustituirlo por otro de igual tamaño y aspecto no altera la pieza".
"Si uno tiene una obra de Dan Flavin (artista estadounidense que utiliza tubos fluorescentes para sus instalaciones) y una de las luces se funde, basta con sustituirla. Ello no afecta al significado ni al valor de la obra", señaló Gagosian.
Lo sucedido con el tiburón pone de manifiesto la dificultad de conservar las obras conceptuales elaboradas con sustancias orgánicas, pintura de poca calidad, sangre o insectos, materiales todos ellos característicos de ese movimiento artístico.
Larry Gagosian, de la Galería Gagosian en Londres y mediador en la venta de la instalación al empresario estadounidense, declaró que "el tiburón es una obra conceptual y el hecho de sustituirlo por otro de igual tamaño y aspecto no altera la pieza".
"Si uno tiene una obra de Dan Flavin (artista estadounidense que utiliza tubos fluorescentes para sus instalaciones) y una de las luces se funde, basta con sustituirla. Ello no afecta al significado ni al valor de la obra", señaló Gagosian.