Charles Saatchi, destacado publicitario que lanzó a una nueva generación de artistas británicos encabezados por el polémico Damien Hirst, ha puesto en pie de guerra a los académicos de la más prestigiosa institución de arte del Reino Unido.
El hombre cuyo eslogan 'Labour doesn't work' (El laborismo no trabaja/funciona) contribuyó poderosamente al éxito electoral de los conservadores de Margaret Thatcher en 1979, ha negociado el derecho a organizar una serie de exposiciones en la Royal Academy de Londres.
Se trata de la misma institución que acogió a finales de 1997 su polémica exposición 'Sensation', en la que Hirst, el artista británico más cotizado de la actualidad, expuso en una vitrina como obra de arte una cabeza de vaca en estado de semiputrefacción y rodeada de moscas.
Otras obras de Hirst que han alcanzado precios exorbitantes en el mercado del arte y han convertido al artista en multimillonario son un tiburón conservado en formol y vacas seccionadas conservadas igualmente en vitrinas.
Su mentor, Saatchi, vuelve ahora a la carga e inaugurará el 4 de octubre en un edificio adscrito a la Royal Academy una exposición titulada 'USA Today', que ya ha empezado a levantar polémica.
Esa exposición, escaparate del nuevo arte que se hace en Estados Unidos, seleccionado por el coleccionista y marchante británico, presentará la obra de artistas como Wangechi Mutu, con títulos como 'Organos Sexuales Femeninos Adultos', e instalaciones de Josephine Meckseper, que incluyen la exhibición de ropa interior femenina en vitrinas.
El retorno de Saatchi a la Royal Academy of Art, donde en 2000 organizó una segunda exposición titulada 'Apocalypse', ha dado lugar, según medios británicos, a una disputa entre los artistas y arquitectos que gobiernan esa institución con 238 años de historia y sus gestores, que administran un presupuesto anual de unos 33 millones de euros.
Los académicos, que siempre han mirado con desconfianza al marchante, están irritados porque, según ellos, el compromiso al que se llegó con Saatchi hablaba de una sola exposición en la Royal Academy mientras que él insiste en que el acuerdo afecta a otras futuras exposiciones.
El presidente de la Royal Academy, Sir Nicholas Grimshaw, ha escrito a la dirección administrativa de la institución para comunicarle su oposición a cualquier compromiso con Saatchi en ese sentido.
El escultor Ivor Abrahams, miembro de la Royal Academy, declaró esta semana a The Times que no se debería permitir a Saatchi acaparar para sus exposiciones las galerías centrales del edificio, uno de los más prestigiosos espacios para exposiciones en la capital británica.
Abraham y otros como él consideran a Saatchi como un simple marchante que quiere revalorizar las obras con las que comercia, exponiéndolas en la Royal Academy.
El conocido artista Peter Blake, representante de la escuela pop británica, ha llegado a calificar a Saatchi de 'influencia maligna' porque ha lanzado artificialmente a algunos artistas, los de su cuadra, y convertido en víctimas a otros.
La Royal Academy or Art, cuyo primer presidente fue el pintor Joshua Reynolds, es una institución con un total de 85.000 amigos que se autofinanza está abierta a cualquier artista que desarrolle su actividad profesional en suelo británico.
Su consejo de gobierno lo forman 80 académicos, elegidos según las categorías de pintura, escultura y arquitectura.