La desaparición de 221 piezas de joyería, objetos esmaltados e iconos religiosos de los depósitos del famoso museo salió a la luz durante un inventario de rutina.
1-Agosto-06
Moscú, El más reciente escándalo de robo de arte en Rusia creció rápidamente hoy cuando se detectó que los objetos robados del Museo Ermitage de San Petersburgo, por un valor de al menos 130 millones de rublos (3,8 millones de euros o 4,8 millones de dólares), no fueron hurtados por un profesional enmascarado sino por empleados y durante muchos años.
La desaparición de 221 piezas de joyería, objetos esmaltados e iconos religiosos de los depósitos del famoso museo salió a la luz durante un inventario de rutina. Según la policía, la pista lleva a hasta hace tres décadas.
"Sólo 19 de los 221 objetos desaparecidos estaban al cuidado de curadores vivos. Los otros 202 estaban apuntados como a cargo de curadores ya muertos", dijo un portavoz, quien añadió que no se realizó ningún inventario general en muchos años.
Una curadora responsable de muchas de las piezas murió de un ataque de apoplejía en su trabajo cuando el inventario comenzó en noviembre, comunicó la policía sin dar a conocer detalles.
Citando una seguridad inadecuada y "serios problemas morales y abandono de sus deberes", el museo dijo el lunes que los empleados tuvieron que haber estado envueltos en la desaparición de los objetos, que según expertos independientes incluso pueden alcanzar varias veces el precio estimado en subasta.
Se teme además que el inventario general, retrasado una y otra vez, pueda aportar otras sorpresas desagradables.
El director del Hermitage, Mijail Piotrovsky, dijo matizó luego que es prematuro hablar de robo y que las piezas pueden llegar a aparecer en otras zonas del depósito.
Piotrovsky describió la desaparición de los objetos de "un golpe por la espalda" a los esfuerzos del Hermitage por volverse más independiente y destacó la situación apremiante de los museos en todo el mundo.
"Somos todos conscientes de que hay ladrones en museos famosos y sabemos de la audacia descarada con que se hace esto", dijo Piotrovsky.
En el Ermitage, donde la entrada cuesta casi veinte dólares, los visitantes casi siempre ven a personas mayores encargadas de la custodia en las salas.
Ante la falta de personal, incluso se recurrió a estudiantes en los últimos años para algunas tareas. Se espera que la policía interrogue a estudiantes de un instituto que ayudó durante la reciente reorganización de objetos de arte en dos depósitos.
Por otra parte, funcionarán alertados para el caso de que se intente sacar las piezas del país.
La oficina federal encargada de preservar los tesoros culturales rusos tiene previsto iniciar el miércoles una investigación del robo tomando en cuenta sobre todo la pobre seguridad en los museos del país.
"Lamentablemente, ésta no es la primera vez que objetos o documentos valiosos desde el punto de vista histórico o cultural desaparecen", dijo el director de la oficina, Boris Boriaskov. "Todo esto demuestra la deficiente protección de nuestro legado cultural nacional".
Situado en el antiguo Palacio de Invierno de los zares, el Hermitage emplea a 2.500 personas y recibe a unos cuatro millones de visitantes al año.
Sólo unos 60.000 de sus tres millones de objetos están expuestos. Actualmente se trabaja en mejorar la seguridad, pero la dirección reconoce que muchas de las más de mil salas son vulnerables.
Este no es el primer robo importante que registra el museo, fundado por la zarina Catalina la Grande en 1764. En 2001, la pintura "Baño en un harem" del artista francés del siglo XIX Jean-Leon Gerome fue cortada de su marco y sacada del edificio. La obra, que vale un millón de dólares, nunca fue recuperada.
Cinco años antes, un turista ruso fue detenido al intentar salir del país con tres maletas con libros, documentos, dibujos y estampados de la colección del Hermitage, valorados en varios millones de dólares.